La estrategia de ejecución se basa en el establecimiento de asociaciones y en la descentralización de la ejecución de las actividades. En cuanto a la financiación de las actividades, la estrategia de ejecución se basó fuertemente en recursos externos (FMAM y USCS), teniendo en cuenta una futura transición gradual hacia una mayor participación de recursos nacionales en la aplicación del Programa.
Desde el inicio del Programa en 1996 se intentó dar una mayor participación a las instituciones y expertos en el Programa, ya fuese en la elaboración del inventario o en la discusión de los temas relevantes para la negociación de compromisos y aplicación de la Convención y del Protocolo de Kyoto. En el caso del inventario, hubo tres tipos diferentes de participación: contratación de instituciones y expertos con recursos del FMAM/USCS, participación de instituciones federales por solicitación del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) y adhesión voluntaria de empresas y asociaciones de clase del sector privado.
Estos diferentes tipos de participación han representado un desafío de gestión en diferentes niveles. En el caso de los estudios contratados, existe una mayor facilidad de exigencia de productos y plazos, lo que sucede en el caso de participación institucional a través de la solicitación del MCT, en el caso de empresas públicas y otros Ministerios, y en el caso de adhesión voluntaria al Programa.
Otro problema en el caso de los cambios climáticos es el de la percepción, correcta y generalizada, por parte de la sociedad de que Brasil no es un gran contribuyente en el aumento del problema del efecto invernadero, lo que hace difícil la aplicación de estudios, pues el tema no se considera prioritario o importante.
En el caso del sector industrial, la adhesión también resulta difícil, pues la posibilidad de que futuramente existan compromisos por parte de Brasil de una limitación de emisiones de gases de efecto invernadero se ve como una amenaza para algunos sectores que son grandes emisores de gases de efecto invernadero y hace difícil el dialogo con el gobierno, visto como un potencial regulador y fiscalizador de las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro.
La ejecución del Programa no prescinde de asociaciones que resultarán incentivadas y ampliadas, con actuación descentralizada y participación de las asociaciones más importantes. La propuesta básica para la aplicación del Programa consiste en la manutención y el fortalecimiento de las asociaciones existentes, aumentando la capacidad efectiva de estas instituciones en el tema, y el establecimiento de nuevas asociaciones, en particular en nuevas áreas como la de salud, con la participación de la Fundación Osvaldo Cruz, y, especialmente, con los Estados (Regiones) y Municipios que, en el caso del inventario, tienen la responsabilidad, respectivamente, sobre el tratamiento de los residuos, tanto sólidos como líquidos. En el ámbito del propio MCT, además de la participación de la FINEP y del CPTEC/INPE que coordinan acciones en el Programa, existe la necesidad del desarrollo de un trabajo con el CNPq de estímulo a la investigación en términos de estudios necesarios al inventario, basándose en los puntos que fueron identificados durante la elaboración del mismo y en el que hay falta de conocimiento en Brasil. El estímulo a la investigación también se podrá ampliar mediante asociaciones con la FAPESP, FAPERJ, FAPEMIG, entre otras, que deben resultar incentivadas y ampliadas.
El último aspecto importante en la aplicación del Programa es el análisis de adaptación del Programa de Cambios Climáticos con otros programas de PPA. Hay interconexiones que necesitan ser identificadas y se debe iniciar un proceso de diálogo con los gerentes de cada uno de los proyectos relacionados con el cambio climático para la busca de sinergía y asociaciones. Por ejemplo, la acción relacionada con la vulnerabilidad en el área de la salud debido al calentamiento global es un ejemplo que podrá tener una correlación significativa con programas que tengan el objetivo de combatir enfermedades contagiosas endémicas, como por ejemplo la malaria y el dengue, en el área de la salud del Programa Avanza Brasil.
En términos de financiación de las actividades, el Programa del PPA 2000/2003 inicia la transición gradual hacia una menor dependencia de los recursos externos, buscando mayor autonomía y dinamismo. Se debe resaltar que como existe la obligatoriedad de que los costos habidos en la elaboración del inventario se paguen con recursos de la entidad financiera de la Convención, habrá, obligatoriamente, recursos externos disponibilizados por el FMAM. Hay una negociación preliminar con el FMAM, a través del PNUD como agente, para la obtención de recursos por el valor de 3.000.000 US$. Los recursos previstos en el PPA son de alrededor de 1.400.000 US$, de los cuales cerca de 300.000 US$ son a través de la FINEP (FNDCT) y 100.000 US$ distribuidos para el INPE/CPTEC.
En virtud del reconocimiento internacional alcanzado por las acciones, tanto en el ámbito del inventario, reconocido por el propio PNUD/FMAM, como en el trabajo más amplio y con éxito de los proyectos en los países en vías de desarrollo, como también derivado de las posiciones de negociación en Kyoto originadas de la propuesta brasileña, en particular la creación del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), resultan reales las posibilidades de una obtención de recursos externos, además de aquellos que son obligatoriamente suministrados por el FMAM, especialmente para el desarrollo de estudios sobre el MDL, con propuestas efectivas de cooperación internacional ya expresadas por el gobierno Suizo y el estado norteamericano de Nueva Jersey.