Una propuesta no pertinente entro por la puerta de atrás y puede comprometer el éxito de la Conferencia.
Citaré un trecho del discurso del Presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso realizado hace exactamente una semana.
"En las negociaciones de Kyoto, los países desarrollados, responsables por la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, deben asumir, inequívocamente, sus responsabilidades de reducir sus emisiones en una cantidad adecuada para evitar las graves consecuencias del cambio climático. A este respecto se espera que los países desarrollados respeten el compromiso internacional aceptado hace dos años en Berlín y ejerzan la lideranza en la solución de un problema ambiental causado principalmente por sus modelos insostenibles de consumo y producción.
Esa es la verdadera clave de nuestro éxito aquí en Kyoto, todo lo demás es subsidiario, incluyendo nuestros esfuerzos para hacer finalmente funcionar a la Convención por medio de propuestas constructivas.
No podemos aceptar responsabilidades que no son nuestras.
Seria injusto, irrealista, inoportuno, anticientífico y antipolítico insistir en ese nuevo concepto de división del canon para los países pobres.
Va en contra de lo escrito y del espíritu de la Convención y un Protocolo no debe reescribirla, cuando todavía tenemos que ser convencidos de la veracidad de los esfuerzos, después de apenas reiterar promesas hasta ahora no mantenidas.
En Río 92 se estableció una asociación global. No vamos a matarla en Kyoto.
Yo oí a un delegado decir anteriormente: "si ustedes no presentan resultados, nosotros tampoco los presentamos". Yo prefiero decir: "hasta que ustedes presenten resultados, nosotros no discutimos".